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ENTRE DIETA Y AYUNO DE DOPAMINA

Me enseñaron que el cerebro humano es la gloria de la evolución hasta

el momento, pero creo que es un sistema muy pobre para la supervivencia. 


Tomado de la novela "Galápagos" (1985).

De Kurt Vonnegut. Escritor estadounidense, cuyas obras,

generalmente adscritas al género de la ciencia ficción.

La dopamina es una sustancia química producida por las células nerviosas del cerebro. Es

neurotransmisora y ayuda a realizar y controlar funciones esenciales dentro del cabeza

(como el aprendizaje, la motivación, el estado de ánimo, la memoria y el repetir conductas),

y fuera de ella (como el movimiento, la movilidad gastrointestinal, la liberación de

hormonas, la presión arterial e incluso en la actividad de las células del sistema inmune). 


El desequilibrio de esta sustancia por niveles bajos o altos puede causar disfunciones y

enfermedades. Entre los más reconocidos está el Parkinson, temblores, depresión,

dificultades de movimiento, trastornos como la esquizofrenia y la bipolaridad.


Su función depende de dónde, cuándo, cómo y en qué cantidad se promueva. Entre las

funciones principales está favorecer el estado de alerta, garantizar el correcto

funcionamiento de las neuronas motoras y la coordinación de la señal neuromuscular. Por

ello es esencial contar con niveles estables de dopamina para realizar muchas de las

acciones del día a día.


Una parte conocida es su trabajo con las emociones que, aunado a su conexión con el

aprendizaje, permite que lo asimilado dure más tiempo.


Otra parte nos habla los rasgos de personalidad según la cantidad de dopamina alojada en

ciertas regiones del cerebro. Analizarlo podría ayudarnos a saber si una persona es irritable,

tranquila, extrovertida, insegura o si se estresa con facilidad. En ese análisis se relacionan

las fobias sociales con bajos niveles de dopamina.


Como esta sustancia proporciona placer y relajación es relacionada con las adicciones. Las

drogas, el dulce y determinadas comidas aumentan la cantidad de dopamina en el sistema

de recompensa del cerebro, lo que suscita que se quiera consumir más.


Del mismo modo como todos tenemos diferentes gustos, disfrutamos con placeres

diferentes y respondemos de formas distintas a las adiciones. De acuerdo con la cantidad de

receptores que tenga cada cual, va a necesitar comer más o consumir más de lo que le

genere placer, para lograr satisfacción.


El juego es divertido mientras estemos hablando de la función motivacional positiva de la

dopamina, que con niveles adecuados nos aleja de actividades negativas que nos causan

repulsión, nos incita a realizar actividades que nos produzcan placer y agrado, e incentivan

el cumplimiento objetivos más exigentes.


Pero se convierte en algo preocupante cuando ocasiona incapacidad de sentir placer o

interés en actividades que antes se disfrutaban. Cuando la baja obtención de dopamina

causa anhedonia, un síntoma característico de la depresión, que se muestra con pérdida de

interés, falta de sedeo, desconcentración, sentimientos de culpabilidad, de inutilidad y hasta

ideas suicidas. 


No es solo cuestión de niveles bajos, hay muchas enfermedades relacionadas con

desproporciones de dopamina por encima y por debajo.


Cuando hay exceso se relaciona con problemas para dormir, agresividad, dificultades para

controlar impulsos. Influye en la manifestación de enfermedades psiquiátricas y

neurológicas, trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.


En los caso en que está muy por debajo, se puede relacionar con el desgaste de células

nerviosas en el cerebro. Problemas con funciones cerebrales y musculares como

movimientos descontrolados, desequilibrio, rigidez, dificultades para enfocarse, para

realizar una acción, para caminar, para hablar. También cambios anímicos como

irritabilidad y apatía.


Cabe anotar que no todas las actos producen reacciones químicas. El cuerpo no siempre

libera esta sustancia de forma natural. Algunas personas padecen de trastornos que afectan

su capacidad para producir o metabolizar este tipo de hormona, para ellas la medicación

para controlar y/o nivelar los niveles de dopamina puede ser vital.


Tan vital como los “me gusta” son para miles de usuarios de las redes sociales, en la

Internet.


Diferentes estudios aseguran que las interacciones en redes sociales desencadenan la

liberación de dopamina. Las primeras investigaciones la relacionan directamente con el

sistema de placer y recompensa que manejan.


Más adelante, haciendo pruebas de desconexión del sistema dopaminérgico, descubrirían

que está conectada pero la dopamina no hace que te guste algo, sino que lo desees. “No es

la molécula del placer; es la molécula de la búsqueda del placer” (Camero, K. 2025).


En uno u otro enfoque lo demostrado es que el procesamiento cerebral de las interacciones

que se hacen en las redes sociales y las nuevas tecnologías, provocan liberación de

dopamina, activando los circuitos de recompensas, lo que relaciona la dopamina con la

generación de adicción.


Actualmente se asegura que las redes sociales están diseñadas para activar mecanismos

neuroquímicos que generan dependencia, principalmente mediante la liberación

de dopamina.


Sustentan que este neurotransmisor al que le asocian placer y recompensa, actúa mediante

likes (me gusta), shares (interacciones) y comentarios positivos. Estas acciones activan el

sistema de recompensa cerebral, produciendo una sensación de validación social. Estudios

comparan este efecto con el provocado por actividades básicas como comer algo agradable

o interactuar socialmente en un grupo en el que se es reconocido.


En el diseño de estas plataformas usan las notificaciones y alertas para crear expectativa. Es

decir, hacen una liberación intermitente de dopamina, generando la incertidumbre de recibir

una recompensa. Este artilugio mantiene a los usuarios revisando constantemente sus

dispositivos.


Del otro lado está el manejo que hacen con los memes, los videos cortos y los retos virales,

que activan respuestas emocionales rápidas, estimulando la dopamina mediante novedad y

sorpresa.


También usan la comparación social y el miedo por perderse de algo (de lo que pueden

hablar otros y por ello llegar a sentirse excluidos), lo que genera ansiedad por no estar "al

día" e impulsa la búsqueda constante de actualizaciones para aminorar el malestar.

Las funciones de la mayoría de las plataformas mantienen a los seguidores en un continuo

juego. Acumulando adeptos, publicando y enviando fotos y vídeos a sus contactos,

generando alguna interacción para liberar dopamina con cada logro.


Entre “ires y venires”, las estrategias del sistema de respuesta se ven alteradas. El exceso de

estímulos dopaminérgicos puede generar tolerancia, lo que hace que se requiera de mayor

exposición para obtener la misma satisfacción.


Entre las consecuencias de mantenerse muy conectados, están diversas conductas

compulsivas como: revisar el teléfono cada 5 minuto; vigilar el número de personas que

vieron un mensaje; generar ansiedad ante las respuestas o vistas de una publicación;

disminuir la atención de tareas diarias o de memoria de trabajo por la multitarea digital

constante; percibirse de una manera notablemente distinta a la realidad; buscar validación

y/o aceptación social constante por medio de likes; proyectar una personalidad diferente a

la real; hasta llegar a trastornos alimentarios por exposición a contenido "fitness"


Investigaciones apuntan a examinar estos efectos críticos especialmente en la adolescencia,

por ser una etapa de plasticidad cerebral, un periodo de transición que se caracteriza por

cambios físicos, psicológicos, sociales y emocionales. 


Aseguran que las intervenciones tempranas y el uso regulado, podrían reducir en los

jóvenes, los riesgos a largo plazo.


En confrontación con la dinámica en la que estamos envueltos y sus consecuencias, algunas

personas preocupadas, han propuesto el ayuno de dopamina. Esta tendencia consiste en

privarse de actividades que estimulen la producción de dopamina en el cerebro, esperando

que con ello se haga un descanso y bajen los niveles. Hablan de "reiniciar" la sensibilidad cerebral para conectarla con los estímulos cotidianos. El objetivo es aumentar la

productividad y la claridad mental. 


El ejercicio consiste en evitar el uso de pantallas y redes sociales virtuales. En la

depuración, algunos también anulan el consumo comida chatarra, videojuegos, alcohol y

hasta los encuentros sexuales.


Aunque dicha abstinencia temporal de redes y otros generadores de dopamina se ha

popularizado y muchos usuarios reportan que con ello han logrado mayor autocontrol,

productividad, concentración y bienestar, esta dinámica carece de respaldo científico sólido.

Los profesionales ven el ayuno de dopamina como un intento por regular deliberadamente

los niveles de la sustancia en el cerebro, y aseguran que esto podría perjudicar la salud. En

su lugar recomiendan mantener niveles regulados y hábitos de vida saludables.


Entre las estrategias recomendadas para reducir la dependencia y bajar los niveles de

dopamina se encuentran:


Tácticas digitales como desactiva notificaciones, para reducir los estímulos y controlar

razonablemente el tiempo que se pasa frente a las pantallas. Elegir más encuentros

presenciales, más llamadas e interacciones reales para reemplazar los "likes". Seguir

cuentas de aprendizaje.


Iniciativas saludables como posponer la revisión de mensajes o redes entre 20 a 25 minutos

para manejar los impulsos. Practicar algún ejercicio o buscar algún hobby en el que se

ocupe más de 30 minutos diarios para equilibrar la dopamina, reorganizar y adaptar el

cerebro a nuevas experiencias y estímulos.


Terapias mentales, para manejar una forma saludable de pensar. Enfocarse en aprender en

lugar de competir. Ser amable y comprensivo consigo mismo, al igual que con los

demás. Reconocerse como ser imperfecto. Permitirte sentir y tratar de encausar de la mejor

forma esos sentimientos. Celebrar los logros. Evitar juicios y suposiciones. Sobre todo,

cuidar de la alimentación, el sueño y hacer ejercicio.


Y si aun se sigue con la idea del ayuno, los profesionales recomiendan efectuar la

abstinencia temporal de forma escalonada, “dejando de utilizar el móvil durante los últimos

15 minutos del día, después pasar a media hora, una hora y, finalmente, adecuarlo al

objetivo que tengamos. Por ello, también aconseja aprovechar los días en los que se hayan

planificado otras actividades placenteras, como un fin de semana de escapada, o unas

vacaciones” (Pellicer, D. 2025)


La efectividad depende de la aplicación constante y la adaptación a necesidades

individuales.


Bibliografía


Camero, K (05 de febrero de 2025). "La hormona del placer" y otros mitos de la dopamina, una molécula mal entendida. National Geographic España. https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2025/02/dopamina-molecula-mitos-verdades-ciencia


Morales, J. (11 abril 2022). Dopamina, el neurotransmisor que nos da la felicidad, pero

también nos la quita. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-61067620.


El impacto de las redes sociales en nuestro cerebro. (07 de diciembre de 2023). Instituto


Pellicer, D. (12 de febrero de 2025). El creador del ‘ayuno de dopamina’ afirma que tal y

como se plantea actualmente no tiene sentido. National Geographic España.



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