Impacto del uso excesivo del móvil y el rol de la educación en su prevención
- Diana Carolina Cárdenas
- 25 feb
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 26 feb

Nomofobia, ¿en qué consiste y cómo afecta a nuestra vida diaria?
El teléfono móvil ha superado en accesibilidad a otras tecnologías como Internet, la
televisión, los servicios bancarios y los equipos de cómputo. Según Ruelas (2010), citado
en Martínez & Echauri (2014) ningún otro medio de comunicación se ha expandido con
tanta rapidez ni ha generado en tan corto tiempo un impacto tan profundo en las relaciones
humanas, la conducta social y la redefinición de los límites entre el espacio público y
privado.
El teléfono móvil se ha convertido en un elemento indispensable a nivel global. Tanto es así
que, en 2011, la empresa británica SecurEnvoy acuñó el término nomofobia para describir
el miedo irracional a salir de casa sin un dispositivo móvil. Esta palabra surge de la
expresión en inglés "no-mobile-phone-phobia", que hace referencia a la ansiedad generada por la ausencia del teléfono. Según un estudio realizado en el Reino Unido, SecurEnvoy determinó que dos tercios de la población (66%) experimentaban temor a perder o no tener acceso a su móvil, El Informador, 2012, citado en Martínez & Echauri (2014).
Tradicionalmente, la adicción se asociaba al consumo de sustancias, pero en la actualidad
se reconoce la existencia de adicciones no químicas o comportamentales. Desde la
perspectiva de los medios digitales, Ferre et al. (2016) citado en Medrano, López & Díaz
(2017) señalan que una adicción al uso de tecnologías debe cumplir tres criterios: un patrón
problemático de uso, persistencia a pesar de consecuencias adversas en distintas áreas de la
vida y malestar prolongado durante al menos 12 meses.
El contexto juvenil resulta particularmente vulnerable a este tipo de adicciones. Estudios
como los de Ortega et al. (2012) y Gordo et al. (2018), citados en Medrano, López, & Díaz
(2014) destacan que los adolescentes, debido a su etapa de desarrollo psicológico y social,
presentan dificultades para regular su consumo tecnológico y evaluar los impactos de su
comportamiento en el entorno.
La relación entre el uso del móvil y la adicción
En efecto, el uso del teléfono móvil ha experimentado un crecimiento exponencial,
consolidándose como una herramienta fundamental en la vida cotidiana. Sin embargo, su
uso excesivo puede derivar en patrones adictivos similares a los observados en trastornos
por consumo de sustancias. La adicción al móvil se ha relacionado con fenómenos como la
dependencia psicológica, la búsqueda de gratificación inmediata y la dificultad para
desconectarse.
Uno de los aspectos clave es el impacto de las redes sociales, donde la interacción constante
genera una liberación de dopamina en el cerebro, lo que refuerza la necesidad de seguir
conectado, Critikián y Núñez (2021), citados en Medrano, López, & Díaz (2017). Esta retroalimentación neuroquímica puede explicar por qué algunos individuos desarrollan una
dependencia patológica de sus dispositivos.
Griffiths (2005) propone un modelo en el que factores como la prominencia, la alteración
del estado de ánimo, la abstinencia y la recaída desempeñan un papel crucial. Además,
enfoques como el cognitivo-conductual y la teoría sociocognitiva explican la adicción en
términos de cogniciones desadaptativas y una autorregulación deficiente (Davis, 2001;
LaRose, Lin y Eastin, 2003).
Martínez & Echauri (2014) analizan el impacto del teléfono móvil en la vida de los jóvenes
desde dos perspectivas principales: la visión apologética y la visión catastrofista. Entre sus
hallazgos destacan:
1. Relación entre redes sociales y el uso del móvil: La popularización de las redes
sociales ha estado estrechamente vinculada al crecimiento del uso de smartphones
(Błachnio et al., 2015; Griffiths, 2013). La accesibilidad permanente a estas
plataformas potencia el riesgo de desarrollar un uso problemático.
2. Mayor vulnerabilidad en usuarios de móviles: Los estudios indican que la
conducta adictiva a las redes sociales tiene una correlación más fuerte con el uso del
teléfono móvil que con el uso de computadoras. Esto sugiere que la movilidad y la
inmediatez de los smartphones pueden incrementar la dependencia (Roberts et al.,
2015; Se-Hoon et al., 2016).
3. El uso problemático del móvil está asociado a la adicción a redes sociales: La
investigación sugiere que el problema principal no es el dispositivo en sí, sino las
actividades que se realizan con él. Es decir, el enganche se produce principalmente
a través de las redes sociales, convirtiéndose en un medio de acceso a la adicción.
4. Uso frecuente vs. adicción: Aunque el uso continuo del teléfono móvil no implica
necesariamente una adicción, sí puede ser un factor de riesgo si se combina con
otros elementos, como la falta de control sobre su uso, la interferencia en la vida
cotidiana o la búsqueda compulsiva de interacciones digitales (Basteiro et al., 2013;
Echeburúa y de Corral, 2010).
La educación puede desempeñar un papel fundamental en la prevención y mitigación de la
adicción al móvil a través de diversas estrategias. Algunas acciones clave incluyen:
Educación digital y alfabetización mediática
Incluir en el currículo escolar programas que enseñen el uso responsable de la tecnología,
promoviendo la conciencia sobre los riesgos del uso excesivo del móvil y las redes sociales.
Promoción del tiempo de desconexión
Fomentar espacios de "desintoxicación digital" en el aula y en el hogar, como establecer horarios sin pantallas o implementar días sin tecnología en las escuelas.
Alternativas de ocio y tiempo libre
Impulsar actividades extracurriculares que incentiven la interacción cara a cara y reduzcan
la dependencia del móvil, como el deporte, el arte, la música y otras dinámicas grupales.
Desarrollo de habilidades de autorregulación
Implementar estrategias de autocontrol y gestión del tiempo para que los estudiantes
aprendan a regular su uso del móvil y evitar la procrastinación digital.
Concienciación sobre salud mental
Integrar en la educación programas que aborden la relación entre bienestar emocional y
dependencia digital, destacando el impacto del uso excesivo del móvil en la ansiedad y el
estrés.
Formación docente y participación de padres
Capacitar a maestros y padres para que identifiquen signos de adicción digital y brinden
apoyo, promoviendo el diálogo sobre el uso saludable de la tecnología.
Normas y límites claros en el uso del móvil
Establecer reglas en el aula y en casa sobre el uso del móvil, como restringirlo en ciertos
horarios y evitarlo durante comidas o reuniones familiares.
Bibliografía
Martínez, V. G., & Echauri, A. M. F. (2014). Nomofilia vs. Nomofobia, irrupción del
teléfono móvil en las dimensiones de vida de los jóvenes. Un tema pendiente para los
estudios en comunicación. Razón y palabra, (87).
Jasso Medrano, J. L., López Rosales, F., & Díaz Loving, R. (2017). Conducta adictiva a las
redes sociales y su relación con el uso problemático del móvil. Acta de investigación
psicológica, 7(3), 2832-2838.
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